miércoles, 2 de abril de 2008


Paredes rojas, arañas que brillan, humaredas y chimeneas.

Mis días transcurren entre seres de colores, mates semi amargos, cervezas y vinos en un patio inundado de hojas y burbujas.

Estoy bien, reinterpretándome a mí. Reinterpretándolo a él, a ella, y también a ellos.

En fin. Desmantelando mis ojos ante lo que mi conciencia cegaba.

1 comentario:

Arcángel Mirón dijo...

Es que cada tanto hay que volver a mirarse, volver a interpretarse. No podemos creer que seguimos siendo exactamente iguales a cuando tomábamos en mamadera.

Un abrazo, Carina.

:)