libélula de médula
miércoles, 29 de octubre de 2008
jueves, 15 de mayo de 2008
lunes, 12 de mayo de 2008
miércoles, 23 de abril de 2008
Los cronopios no tienen casi nunca hijos, pero si los tienen, pierden la cabeza y ocurren cosas extraordinarias. Por ejemplo, un cronopio tiene un hijo, y en seguida lo invade la maravilla y está seguro de que su hijo es el pararrayos de la hermosura y que por sus venas corre la química completa con aquí y allá istas llenas de bellas artes y poesía y urbanismo. Entonces este cronopio no puede ver a su hijo sin inclinarse profundamente ante él y decirle palabras de respetuoso homenaje.
El hijo, como es natural, lo odia minuciosamente. Cuando entra en la edad escolar, su padre lo inscribe en primero inferior y el niño está contento entre otros pequeños cronopios, famas y esperanzas. Pero se va desmejorando a medida que se acerca el mediodía, porque sabe que a la salida lo estará esperando su padre, quien al verlo levantará las manos y dirá diversas cosas, a saber:
- ¡Buenas salenas cronopio cronopio, el más bueno y más crecido y más arrebolado, el más prolijo y más respetuoso y más aplicado de los hijos!
Con lo cual los famas y las esperanzas junior se retuercen de la risa en el cordón de la vereda, y el pequeño cronopio odia empecinadamente a su padre y acabará por hacerle una mala jugada entre la primera comunión y el servicio militar. Pero los cronopios no sufren demasiado con eso, porque también ellos odiaban a sus padres, y hasta parecería que ese odio es otro nombre de la libertad o del vasto mundo.
Educación de Príncipe
Julio Cortázar
Historias de Cronopios y de Famas
miércoles, 9 de abril de 2008
miércoles, 2 de abril de 2008
Paredes rojas, arañas que brillan, humaredas y chimeneas.
Mis días transcurren entre seres de colores, mates semi amargos, cervezas y vinos en un patio inundado de hojas y burbujas.Estoy bien, reinterpretándome a mí. Reinterpretándolo a él, a ella, y también a ellos.
En fin. Desmantelando mis ojos ante lo que mi conciencia cegaba.